EL ESPECTADOR SABI(D)O

(Con)versatorio en torno a los Cuerpos en los Espacios Públicos, los micropoderes que en ellos se activan, y algunos posibles modos de (trans)versionarlos a través de la Performance y las Intervenciones Urbanas. 

Basado en el Ensayo El Espectador Sabi(d)o” (2012). Disponible en:

http://santiagocao.metzonimia.com/espectador 



Temáticas abordadas:


En las acciones performáticas, el artista –en tanto sujeto– se convierte en objeto para la mirada de los otros, y su cuerpo –territorio de significaciones– en un mapa desplegable que lo trascenderá, “tocando” a dichas personas que lo observan e integrándoles a la acción. Desde un aspecto relacional propongo entender al Cuerpo (con “C” mayúscula) no el cuerpo matérico sino el Cuerpo organizado, es decir el organismo como un “puente” hacia lo otro y desde lo otro. Constructo social, cultural y vivencial que puede expandirse más allá de su materialidad y que –precisamente por esta capacidad de expandirse– podrá “tocar” a esos otros sin necesidad de tocarles físicamente. Desde la Performance, al no tocar en los otros Cuerpos su materialidad, lo que podremos “tocar” será su organicidad, los saberes que (con)forman a ese otro. Pero como también estoy-siendo un otro para los otros, será entonces mi propia posibilidad de ser “tocado” en los saberes que me (con)forman. El Cuerpo expandido, en la Performance, será justamente ese puente que permitirá desorganizar(nos).

La Performance, en tanto dispositivo articulador de subjetividades y productor de realidades, tiene la capacidad de crear lugares transformando temporalmente lo que antes era un espacio. Es decir, espacios que –habiendo sido atravesados por un afecto– son definidos en su cualidad de uso, trascendiendo lo puramente físico. Y es en este punto donde surge una interrogante. ¿Es el lugar atravesado por la acción o la acción atravesada por el lugar? ¿Cómo podemos, en tanto generadores de propuestas de situaciones en espacios públicos, modificar y ser modificados, al tiempo que producimos ciudad? [1] Entender la Performance no sólo como práctica artística sino también como dispositivo performático nos permitirá emplearla como herramientas para generar dislocamientos, interferencias, composiciones urbanas, posibilitando de este modo la producción de modos otros de habitar la ciudad y de crearla a través del encuentro con aquellos otros y sus otros modos de preguntarse y de generar respuestas.

En este (con)versatorio pensaremos al Cuerpo como soporte de obra y “herramienta para” [2], inserto e insertándose en los espacios públicos, modificándolos y siendo modificado a partir de acciones que lo intervengan produciendo un (des)velamiento de las fuerzas que allí operan. Acciones micropolíticas que puedan dejar en evidencia las polaridades permiso/prohibición y concesión/denegación que cada rol posee en cada contexto témporo-espacial determinado. Para ello hemos de analizar la figura del Espectador Sabi(d)o y las posibles estrategias para, desde la Performance y las Intervenciones Urbanas, potenciar su transformación en Iterator.


En resumidas palabras, hemos de llamar Espectador Sabi(d)o –entendiéndolo en un sentido no teatral de la palabra– al sujeto que, observando una situación inesperada, se encontrará expectante y a la espera de descubrir en aquello que está viendo, aquello otro que ya “vio”. Un sujeto con más respuestas que preguntas. Que a modo de un espejo, intentará reflejar sus saberes introyectados, proyectándolos sobre aquello que está viendo; que procurará d(en)ominar aquella situación, encasillándola dentro de una forma conocida a fin de poder explicarla, controlarla. Saberes que buscarán neutralizar todo tipo de situación que rebalse de lo cotidiano estable(cido). 


Pero en el Espectador Sabi(d)o no sólo se activarán estos saberes introyectados, sino que, en tanto Cuerpo capaz de afectar y ser afectado, al encontrarse con los demás y sus modos otros de saber, tendrá la posibilidad de actualizar los saberes incorporados al confrontarlos con aquello otro que en ese instante le afectará.


Así, propondremos que la figura del Espectador Sabi(d)o será el encuentro entre lo que se –mi capacidad de adaptar el mundo a los conceptos– y lo que este mundo con su capacidad de afectación me exige como modo de adaptarme al mismo. Ahora bien, ¿cómo hacer para suspender temporalmente los saberes que nos condicionan a producir respuestas (de)limitantes? ¿Cómo dejar de saber (únicamente) lo ya sabido, a fin de poder generar lugar para que otros saberes me afecten? ¿Cómo –al menos durante unos instantes– dejar de saber? Pues, si cuando sabemos, también sabemos lo que podemos y lo que no podemos hacer, al (temporalmente) dejar de saber, no sólo no sabremos lo que podemos sino que tampoco sabremos lo que no podemos, pudiendo entonces un poco más. Al (también) no saber, expandimos nuestro potencial más allá de los horizontes de los saberes que nos (in)formaron, abriéndonos al campo de lo posible, de lo (aún) no sabido, de lo por hacer. Será en ese momento, cuando estos Espectadores –ahora ignorantes dejarán de observar para intervenir en la acción, transformándose así en «Iteratores» que, modificando de manera irreversible la propuesta performática inicial, generarán desvíos no pre-vistos, abriendo con ello la posibilidad de transitar nuevos rumbos durante la acción. Ahora cabe preguntarnos,  ¿cómo participar, a través de la Performance en espacios públicos, de la producción de desvíos en la vida cotidiana?, y ¿cómo generar espacios de silencio en los Espectadores Sabi(d)os con la intención de producir más preguntas que respuestas en un sistema social sobresaturado de (in)formaciones?


 

Requisitos técnicos: Un cañón de proyección y un computador. Un soporte donde proyectar las imágenes.

Duración aproximada: 2 horas

 

 

Notas Complementarias



[1] Entendiendo que las ciudades –y en particular sus espacios públicos– son un campo de relacionamiento de los sujetos que las habitan, cada vez que se produzcan encuentros entre estos sujetos se producirán nuevas subjetividades y afecciones, produciéndose de este modo modificaciones de la ciudad habitada. ¿Cómo podremos hacer para potenciar –a través de la Performance en Espacios Públicos– estas producciones de ciudad?

[2] 
Propondremos comprender la Performance no sólo como práctica artística sino también –en tanto dispositivo performático- pensarla como una “herramienta para” que permita generar dislocaciones, interferencias y composiciones urbanas, posibilitando de este modo la producción de ciudades otras a través del encuentro con aquellos otros y sus otros modos de preguntarse y de producir respuestas.

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