Taller-laboratorio de investigación de las situaciones normalizadas que operan en determinados espacios públicos, con el propósito de crear y producir dispositivos performáticos a ser accionados en esos espacios específicos.
Dirigido a artistas en general, gestorxs culturales y urbanistas, como así también a toda persona que desee desarrollar proyectos en espacios públicos que propicien relaciones no hegemónicas.
Propuesta En este taller-laboratorio de carácter vivencial propondremos introducir a lxs participantes en la metodología de las Cartografías Sensibles [1] para después, con esta herramienta, investigar los espacios públicos próximos a los lugares donde se desarrollen dichos talleres.Esta metodología se propone como un medio posible de activar “escuchas” en los territorios donde se deseen realizar proyectos, sean tanto artísticos como también de gestión cultural y urbanismo. E incluso otros tipos de prácticas que no necesariamente pertenezcan a estas áreas, pero que se propongan escuchar previamente los territorios con la intención de construir en ellos relaciones no hegemónicas. Pero no cualquier escucha, sino una escucha sensible, a través de la afectación cuerpo-a-cuerpo. Una escucha que requiere de sensibilidad para poder cartografiar la multiplicidad de discursos en acción que pueden estar siendo “dichos” en aquellos fragmentos de ciudad. En este sentido, entendemos lo sensible como un modo de conocimiento al cual podemos acceder a través de nuestro cuerpo, afectado y siendo afectado por otros cuerpos. Es la posibilidad de interpretar aquello que escapa del lenguaje común estructurado por la razón dominante en cada territorio. Y es también la posibilidad de revelar cuáles son los con-textos allí activos, entendiendo por con-texto los saberes in-corporados cotidianamente por las personas que habitan y se relacionan en esos territorios. Saberes que, como si se tratase de un “texto”, (in)forman sobre cómo tenemos que relacionarnos allí, tanto con las otras personas como también con los espacios. Entendiendo que las prácticas artísticas pueden ser también prácticas comunitarias y político-sociales, confiamos en la necesidad de una escucha previa de los territorios antes de activar en ellos las propuestas. Y en este sentido proponemos que las Cartografías Sensibles son una de las posibles maneras de realizar dichas escuchas, expandiendo el repertorio de informaciones con las cuales trabajar a la hora de crear los proyectos. Y como esta herramienta puede ser utilizada por diversos agentes, incluso aquellos que no son los comúnmente denominados artistas, las Cartografías Sensibles pueden también ser comprendidas como un medio para habilitar el empoderamiento de las personas que las utilizan como así también de la comunidad donde dichas personas se relacionan. Esto último, entendiendo que al cartografiar las prácticas desarrolladas en los espacios públicos es posible revelar cómo las mismas participan de la com-posición de situaciones que pueden tanto potenciar la vida como también oprimirla. Y al observar dichas prácticas desde esta perspectiva, es frecuente que lxs participantes de los talleres se vean reflejados en ellas y comiencen a cuestionar sus propios modos de habitar la ciudad y de relacionarse en ella. Y así, comiencen a decidir con conciencia en cuales com-posiciones desean participar, tanto en la vida diaria como también en el ámbito profesional. Y en este sentido el arte, la gestión cultural y el urbanismo pueden ser interesantes herramientas de transformación social, participando de la producción de una ciudad más relacional y menos utilitaria. Por lo menos si tenemos la intención de sumarnos a la com-posición de relatos junto-con las personas que transitan y vivencian aquellos territorios, evitando caer en la im-posición de relatos producidos por proyectos que, siendo preconcebidos a la distancia, son llevados hacia los espacios públicos sin detenerse previamente a “escuchar” lo que allí ya se estaba diciendo. Y como comentamos anteriormente, las Cartografías Sensibles son una de las posibles herramientas para activar estas escuchas. Con certeza, no las únicas, pero sí una alternativa muy potente. Durante los talleres realizaremos ejercicios corporales preparatorios (con la intención de que los conceptos propuestos sean primero entendidos a través del cuerpo y recién después expuestos de manera teórica). También realizaremos derivas en los espacios públicos próximos al local de encuentro para, con la percepción sensiblilizada poder observar las relaciones sutiles que normalmente pasarían desapercibidas para una mirada menos aguzada. Procuraremos abordar diferentes formas de trabajar con el arte de la Performance, a fin de mostrar el carácter ecléctico de esta disciplina. Asimismo, propondremos entender que el cuerpo en esta práctica artística no es sólo soporte de obra, sino también soporte de experiencias y, por lo tanto, cuerpo político; imprescindible para un tipo de práctica capaz de desmontar los saberes hegemónicos in-corporados cotidianamente: la política de los afectos, entendiendo el afecto no como “cariño” sino como “aquello que afecta” y que tiene la capacidad de potenciar o despotenciar la vida. En estas actividades propondremos que tratar de espacios públicos es, antes de todo, tratar sobre dispositivos de control y gestión de los cuerpos; tanto de las relaciones de las personas entre sí, como también consigo mismas. Normas [2] que allí se activan, condicionando los modos de hacer y de relacionarse entre ellas. Pero si entendemos que todo cuerpo es una potencia disruptiva, podrá tanto respetar o violar dichas normas, como también desviarlas sin necesidad de violarlas. Por lo tanto, tratar de espacios públicos es también hablar de los desvíos cotidianos que se producen en los diferentes usos –públicos, privados e íntimos– que se realizan en dichos espacios y los encuentros que estos usos posibilitan. En este sentido, propondremos que no todo lo que nos afecta se encuentra operando en un plano evidente. También lo que nos afecta se encuentra presente en un plano sutil. Y para poder entender cuáles Realidades se están construyendo a diario y cómo estas afectan a los cuerpos (y, especialmente, cuál es nuestra participación en dichas construcciones), será necesario percibir qué es lo que ya se está “diciendo” en determinados espacios públicos de las ciudades. Es decir, investigar cuáles relatos se están com-poniendo a diario en cada con-texto; tanto al respecto de los saberes instaurados que nos informan cómo debemos habitar y relacionarnos en las distintas partes de una ciudad, como también al respecto de cuáles desvíos son generados cotidianamente por los cuerpos que las habitan, entendiendo estos desvíos como relatos otros que desbordan los saberes normalizantes, expandiendo y actualizando las posibilidades de vivir en las ciudades. Y para ello hará falta “escuchar” con algo más que con los oídos. Una escucha sensible, a través del cuerpo todo. Para desde allí poder, a través de proyectos en espacios públicos, participar de com-posiciones de otros y posibles relatos que posibiliten la activación de desvíos a las normas, participando con ello de la posibilidad de expandir el repertorio de posibilidades de pensar, desear, accionar en aquellos fragmentos de ciudad.
Duración Serán 6 jornadas de 4 horas de duración cada una, destinadas a trabajar tanto de manera reflexiva como vivencial, articulando ejercicios dentro del espacio cerrado como también en los espacios públicos, entrecruzando el arte de la Performance con cuestionamientos filosóficos y urbanísticos aplicados a nuestras propias prácticas vivenciales de la ciudad. Se propondrá un 7mo. día para realizar un picnic en espacios públicos.Requisitos para participar Cupo limitado (Máximo 20 personas). Taller-laboratorio abierto a quienes tengan interés en participar. Sin restricciones de saberes ni de conocimientos previos, dado que comprendemos que cada participante tiene una propia y rica experiencia, y que será precisamente en la suma y en la diversidad de las mismas que esta actividad se tornará más interesante y abarcadora.Marco teórico La teoría será considerada desde un abordaje estético, filosófico y urbanístico, a partir de conceptos propuestos por Giorgio Agamben, Michel De Certeau, Deleuze & Guattari, Manuel Delgado, Peter Pál Pelbart, Baruch Spinoza, como así también a partir de conceptos propuestos por Santiago Cao y de la propia reflexión de lxs participantes, fruto del Cuerpo en presencia atravesado por los saberes y afectos vivenciados durante las experiencias urbanas.Siendo la Performance un arte que opera utilizando el propio Cuerpo del artista como soporte de obra, propondremos entender este Cuerpo como una potencia afectiva disruptiva capaz de producir situaciones inesperadas. Acontecimientos que puedan desviar la obra de su eje inicial, introduciéndola en procesos y recorridos muchas veces inimaginables para el artista que la propuso.
Llevando la teoría a la práctica A través de la palabra y del Cuerpo en el espacio, buscaremos reflexionar sobre cuestiones tales como:
[1] Para una aproximación más detallada a dicha metodología, proponemos leer el texto Cartografías Sensibles en espacios públicos (2018). Disponible online en: http://santiagocao.metzonimia.com/cartografias-sensibles [2] Al referirnos a las normas, no lo hacemos en el sentido de las normativas o legislaciones vigentes, sino en relación a los saberes que organizan las prácticas en cada territorio. Saberes in-corporados por los cuerpos que allí habitan; que pueden guardar relación con las normativas, pero que no son equivalentes a las mismas. Y que incluso pueden provocar la realización de prácticas ilegales, aunque normales dentro de ese territorio. Para evitar confusiones con ese término socialmente reconocido, cuando precisemos referirnos a las normas en el sentido ahora propuesto, escribiremos la palabra en cursiva. [3] Proponemos pensar en la (trans)versión po(i)ética de las palabras como una herramienta que permite surcar las palabras, abrir espacios de silencio dentro de ellas, por entre las letras que las componen, posibilitando de este modo que afloren las palabras menores que estaban aprisionadas dentro de las formas etimológicas aprendidas. Una herramienta que potencie la poética creativa para liberar las diferentes versiones de realidad (de)limitadas por el Lenguaje hegemónico. O, como de manera tan clara, escribió Manuel de Barros “(…) hacer juguetes con las palabras”. [4] Comprendiendo la palabra “potencia” en el sentido de “posibilidad” –y entendiendo de este modo que lo que está en potencia aún no está en acto– propondremos que la potencia de no, en tanto posibilidad de no, fue en muchos aspectos cotidianos retirada del repertorio del pensamiento. Así, no siendo siquiera posible pensar en algunas cuestiones, tampoco podremos incorporarlas dentro del repertorio de posibilidades a la hora de tener que escoger delante de lo que nos es dado para pensar, desear, accionar. Sin poder (también) escoger la posibilidad de no pensar, sentir, accionar en conformidad con las actuales Sociedades de Consumo, ¿tendremos como pensar en resistencias contra las formas hegemónicas del discurso por ellas impuestas? En este sentido, propondremos que la importancia del encuentro con un otro –y sus otros modos de producir subjetividad– radica en la posibilidad de expandir el repertorio del pensamiento, incluyendo (también) en él esas otras alternativas que aquel otro nos ofrece. Así, junto-con, podremos no sólo resistir sino también re-existir, entendiendo esto último como la posibilidad de acceder a otras maneras de vivir en sociedad. Para leer un poco más al respecto: “La ‘potencia de no’ como resistencia al Estado de Bien-estar Común. La Performance como herramienta para propiciar encuentros en los espacios públicos” (Ensayo publicado originalmente en "Revista de Estudios Globales y Arte Contemporáneo (REGAC)", Volumen 3. Editada por el grupo de investigación Art Globalization Interculturality de la Universidad de Barcelona, España. Diciembre de 2015). Disponible en: http://revistes.ub.edu/index.php/REGAC/article/view/14015/19246 [5] Al respecto del dispositivo performático, lo entenderemos como una compleja trama en la cual el cuerpo del performer tendrá como función ser un provocador, un detonador de situaciones que se propagarán y reverberarán de manera rizomática. Entendiendo que el rizoma (según lo propuesto por Deleuze y Guattari) “no empieza ni acaba, siempre está en el medio, entre las cosas, inter-ser, intermezzo”, ese cuerpo no se convertirá en un centro con las personas observándole alrededor. En tanto dispositivo rizomático, cada encuentro de personas que se junten para conversar al respecto de lo que “allí” está aconteciendo, generará simultáneamente otro “centro” coexistente. De esa manera la Performance participará de la producción de un relato colectivo que no habrá comenzado con la propuesta del artista, ni finalizará con su retirada del lugar. Siendo potencia disruptiva, el cuerpo en la Performance habla, pero también hace hablar. Escucha, pero también posibilita escuchar. Entendiendo esto como una escucha sensible, a través de todo el cuerpo que es atravesado, afectado por lo que en ese momento y en ese lugar está siendo dicho. |